La sequía en España se agrava y el nivel del agua en los embalses cae a su nivel más bajo en 70 años. Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el nivel medio de los embalses españoles se sitúa en el 42,2%, lo que supone una disminución de 5,6 puntos porcentuales respecto a la semana anterior.

Este descenso es especialmente preocupante en las regiones del sur y el sureste de España, donde el nivel de los embalses se sitúa en torno al 30%. En algunas zonas, como en la Comunidad Valenciana, el nivel de los embalses es incluso inferior al 20%.

Las previsiones apuntan a que la situación podría empeorar en los próximos meses, ya que se espera que la sequía continúe durante el invierno y la primavera. Esta situación podría tener consecuencias devastadoras para la agricultura, la ganadería y el turismo.

En el sector agrícola, la sequía podría provocar pérdidas de cosechas y una reducción de la productividad. En el sector ganadero, la sequía podría provocar una escasez de agua para el ganado, lo que podría provocar la muerte de animales. En el sector turístico, la sequía podría afectar a la actividad turística, ya que muchas zonas turísticas dependen del agua para su atractivo.

Es necesario tomar medidas urgentes para reducir la sequía en España. Estas medidas podrían incluir la inversión en infraestructuras hidráulicas, la mejora de la eficiencia del uso del agua y la reducción de la demanda de agua.

El Gobierno español ha anunciado un plan de emergencia para hacer frente a la sequía. Este plan incluye medidas como la reducción del consumo de agua en el sector público, la promoción del uso de agua de lluvia y la inversión en infraestructuras hidráulicas.